
En realidad no recuerdo que fue lo que más me impacto: con riesgo de parecer superficial, tu cara y cuerpo junto con sus reconditos lugares o, más tu indescriptible personalidad extrovertida que oculta los peores y mejores sentimientos de la humanidad.
Ahora que ha pasado algún tiempo, al mirar tus fotografías la carencia de emociones hacia tí es evidente, el fervor del primer enamoramiento se ha marchado.
Tu magia y luminosidad se han desvanecido, dejaste una huella pero ya no hay dolor ni amor a cada instante ni con tu mirada, ni con tu tacto o con la sencillez de unas palabras balbuceadas para hacerme reir.
Te aprecio, sí, aunque tampoco eres de mis mejores amigos, creo que nunca lo quisiste, creo que nunca quisiste nada en realidad...
"limpiando las cenizas del pasado y preparandome para subir al siguiente nivel" (nombre de la foto).