Hace poco, estuve haciendo quehaceres exhaustivos entre todas las hojas de la facultad y otras que tenía arrumbadas por ahí. Me encontré con este pequeño texto antiguo (2005) y me pareció que describe una parte de mi personalidad, en la que soy quien decide que es lo mejor para mí, por eso soy la soberana con la última decisión sobre las cosas que suceden en mi vida!
Sé que podría volver a amarte, pero ya no lo deseo.
Aunque ha sido de lo más bello que me ha pasado, no puedo creer en alguien que tiene solo buenas intenciones para cambiar y no lo hace.
Quisiera dejarme llevar por tus palabras dulces, sabes que son las precisas, justo las que quería escuchar y saborear susurradas a mi oído.
Lloré por muchas cosas y reí por otras tantas, tu presencia me llenaba, me encantaba, y al final era mi complice.
Sólo deseaba un amor, pero tú y yo no nos amamos, sólo nos queremos mucho.
No espero lealtad, realmente sólo soy mi Reina y de nadie más.